Hace unos días leí un artículo muy interesante sobre cómo Finlandia lucha contra el acoso escolar. El programa KiVa implica a toda la comunidad en la identificación del bullying.
Gracias al éxito de este programa, comenzó en 2007 y se ha conseguido que el acoso escolar desaparezca en el 79% de los centros que participan en el mismo, países como Reino Unido, Italia, Bélgica, Suecia, Francia y Estados Unidos han adoptado este proyecto; de esta forma el bullying ha disminuido en un 30-35%.
Lo que verdaderamente llama la atención es que este programa no se centra solo en el niño o niña acosado/a sino en el resto de alumnos, que muchas veces siendo testigos, aunque no acosan, lo respaldan de un modo inconsciente. Se convierten así en cómplices silenciosos por omisión ya que sin querer, al estar callados, se transmite el mensaje de que las acciones de acoso están bien aunque realmente tengan una opinión diferente.
De esta manera se trata de influir en los testigos que aunque no partipen directamente lo respaldan de forma incosciente. El acosador puede a veces sentirse respaldado por el silencio de quienes les rodean. Sin embargo de esta manera pasa a encontrarse solo con su comportamiento inadecuado ya que el grupo comienza a empatizar, defender y apoyar a la víctima.
Creo en un centro en el que TODOS estamos muy comprometidos, con un trabajo diario y que no pasa desapercibido por el profesorado, el equipo directivo y toda la comunidad educativa. NO se mira para otro lado. Se trabaja en todo momento, todos los días y desde todas las áreas curriculares .
Hola Isa!
ResponderEliminarYo también lo estuve leyendo, y me pareció muy interesante. Aparte de luchar contra el bullying, me parece que es una buena estrategia para enseñar que tod@s tenemos el deber moral de implicarnos, en una sociedad que por desgracia está cada vez más atomizada.